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Consejos para el cuidado de la piel del bebé

En sus primeros meses, su dermis requiere cuidados especiales, por eso debemos elegir muy bien los productos que aplicamos en sus cuerpecitos, ya que su piel, mucho más delicada y propensa a irritaciones y resequedad en comparación con la de los adultos, y merece la suavidad y protección que solo productos diseñados para bebés pueden ofrecer.

La piel de los bebés, es muy delicada y sensible, puede ser susceptible a diversos factores que pueden causar irritación. Uno de los principales desencadenantes es la fricción constante con pañales o prendas ajustadas, esto puede provocar molestias y enrojecimiento en la piel sensible del bebé.

La exposición a temperaturas extremas, ya sea el frío intenso o el calor, también puede contribuir a la irritación cutánea. Además, algunos bebés pueden ser propensos a reacciones alérgicas a ciertos alimentos, materiales o incluso a los productos que se aplican directamente en su piel.

  • Enrojecimiento: presta atención a cualquier cambio en el color de la piel. El enrojecimiento puede ser un signo de irritación, especialmente en áreas como el pañal.
  • Textura: observa la textura de la piel. La sequedad extrema o la presencia de pequeñas protuberancias pueden indicar algún tipo de irritación.
  • Picazón o incomodidad: los bebés no pueden decirnos si les pica, pero si observas que se frotan constantemente una área en particular, podría ser un signo de irritación.
  • Cambios en el patrón de sueño: la incomodidad causada por irritaciones cutáneas puede afectar el sueño. Si notas cambios en los patrones de sueño, podría ser un indicador.
  • Llanto excesivo: el llanto persistente, sin una causa aparente podría estar relacionado con molestias en la piel. Examina cuidadosamente para descartar irritaciones.
  • Ampollas o descamación: cualquier formación de ampollas o descamación debe ser evaluada por un profesional de la salud. Podría ser un signo de irritación o incluso una afección más seria.
  1. Baños moderados: limita la duración de los baños para evitar que la piel se reseque. Usa agua tibia en lugar de caliente y elige jabones suaves y sin fragancias, adecuados para la piel de bebé.
  1. Hidratación diaria: aplica una crema hidratante después del baño para mantener la piel suave y prevenir la sequedad. Opta por productos específicos para niños, hipoalergénicos y sin fragancias fuertes.
  1. Protección solar: protege la piel de tus niños del sol usando protector solar, especialmente en áreas expuestas como la cara, brazos y piernas. Asegúrate de aplicar suficiente protector y renueva la aplicación cada pocas horas.
  1. Ropa cómoda: viste a tus niños con ropa cómoda y transpirable, preferiblemente de algodón. Evita telas ásperas o ajustadas que puedan irritar la piel.
  1. Cambios de pañal: si tienes niños pequeños, realiza cambios de pañal frecuentes para prevenir irritaciones. Limpia con suavidad y aplica una crema protectora en cada cambio.
  1. Evita productos agresivos: evita el uso de productos con ingredientes agresivos, como perfumes fuertes o colorantes. Opta por opciones suaves y específicas para la piel infantil.
  1. Cuidado de las uñas: mantén las uñas cortas y limpias para evitar arañazos que puedan irritar la piel.
  1. Vigila alergias: está atento a posibles reacciones alérgicas a productos o tejidos. Si notas enrojecimiento, picazón o cualquier síntoma inusual, consulta con un dermatólogo.
  1. Buena Higiene  enseña a tus niños buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos regularmente, para prevenir infecciones en la piel.
  1. Consulta con un especialista: si tienes dudas sobre el cuidado de la piel de tus niños o si observas problemas persistentes, no dudes en consultar con un dermatólogo pediátrico.